domingo, 1 de septiembre de 2013

Verde almendra





Lame esa verde almendra
como los pinares de Eubea.
Lléname de neblina.
Nosotras somos de Lesbos,
hemos bailado en París
como Odette
y nuestros pechos
se han rozado enigmáticos.
No soy la hija de Edipo.
Lléname de miel
y del seco anís de Grecia.
Sí, somos libres
y orgullosas,
sofisticadas como el pistacho
helado,
como las horas,
como las playas inscritas
en los cuadernos
de los piratas.
Lame esa verde almendra
que huele a la resina de Eubea.
Toma todos mis versos y
sácalos de la bitácora.