Voltaire
en La Doncella: “Yo no he nacido para cantar a los santos.”
Stéphane Mallarmé en Le phenomène futur
(prosa poética): " J´apporte, vivante (et préservée à travers les ans par
la science souveraine) une Femme d´autrefois". "Yo traigo, viva (y preservada a través de los años por
la ciencia soberana) una Mujer de otro tiempo".
La
puta doncella,
racional
y alcohólica,
se
acercó al jardín.
Y
con su mano débil,
borrosa
y grave,
acarició
pétalos,
fumó
cigarrillos
y
se atareó en un injusto combate.
La
ciudad al fondo,
a
lo lejos el mar,
el
río ciñe que te ciñe
carnicería
esparcida.
¡Cuánto
olor dio el laurel
atacado
de mentiras!
¡Cuánto
vino!
¡Cuántas
especias!
¡Y
qué frugal cobardía
creció
en lo verde y en lo solo!
Las
afiladas hojas,
húmedas
o secas,
cortó
dolor, cortó lo rojo.
“Ya
veo la muerte,
ya
veo el fin.
Escucho
los pasos,
mis
pasos que entran
y
atardecen labios, esmeraldas,
bienvenidas...”
Laurel
en su boca,
laurel
en su pelo,
de
laureles su espalda sensitiva.
Laureles
en los estanques,
laurel
en su voz,
la
suya,
que
ya canta sin ecos.
Laurel.